Sin variar su actitud, José Enrique Abuín, conocido como El Chicle, volvió a negarse ayer a declarar ante el juez que instruye la causa por la desaparición y muerte de Diana Quer. El silencio del acusado, que sí confesó la semana pasada ante la Guardia Civil, responde a una estrategia de sus abogados, que quieren esperar al resultado de la autopsia que se está practicando a la joven madrileña, fallecida en agosto del 2016. Pese a que la prueba pericial no está aún concluida, el juez ya ha añadido un delito contra la libertad sexual a la lista de hechos que atribuye al detenido.

Eran poco antes de las 10.40 horas cuando un furgón de la Guardia Civil, procedente de la cárcel de Teixeiro, trasladaba a El Chicle hasta los juzgados de Ribeira (A Coruña), donde había sido citado por el juez Félix Isaac Alonso. El titular del número 1 de la localidad había decidido el miércoles, a raíz de la detención del hombre y del hallazgo del cuerpo de Diana Quer, reabrir la instrucción, archivada provisionalmente en abril por falta de indicios.

«Cabrón y asesino»

A las puertas del edificio judicial esperaban a Abuín decenas de vecinos, que lo recibieron con gritos de «cabrón y asesino» entre importantes medidas de seguridad. El Chicle accedió a los juzgados desde el garaje, tapado con una capucha.

Después de negarse a hablar en relación a la muerte de Diana Quer, el hombre tuvo que declarar también por un intento de secuestro, de robo y de agresión que se le imputa el día de Navidad en Boiro. Al igual que en el otro caso, rechazó declarar.

Hacia el mediodía, el juez Alonso respaldó el auto emitido el pasado lunes y acordó que el acusado permanezca en prisión provisional, incomunicada y sin fianza por los delitos de homicidio/asesinato, detención ilegal y contra la libertad sexual por el caso de Diana Quer. La incomunicación finalizará este viernes.

Asimismo, decretó prisión provisional por los delitos de detención ilegal, robo con violencia e intimidación, lesiones y contra la libertad sexual por la agresión del día de Navidad.

Frente al silencio de El Chicle, Rosario Rodríguez, su esposa, sí colaboró y respondió a las preguntas que le hizo el juez y ratificó que no estaba con su marido cuando la joven madrileña desapareció el 22 de agosto del 2016. Rosario, que quedó en libertad, aunque sigue todavía imputada, trasladó a través de su abogado su pésame a la familia de Diana.

Los investigadores han confirmado esta semana que ya en noviembre del 2016 Abuín fue considerado «el principal sospechoso», pero la coartada que le dio entonces su mujer -que dijo que aquella noche fue con él a robar gasolina- hizo que no se le detuviese, aunque seguía bajo sospecha para la Guardia Civil. También su cuñada y el marido de esta corroboraron en su momento esta coartada. Ambos familiares tendrán que volver a declarar en los próximos días.

La autopsia preliminar del cadáver de Diana Quer descarta la primera versión de El Chicle de que atropelló accidentalmente a la joven, pues el cuerpo no tiene lesiones que hagan sospechar de un posible atropello.