L a empresa estadounidense SpaceX, de Elon Musk, lanzó este jueves por la noche su primer cohete reciclado (la primera parte ya había volado), un hito en la apuesta de la compañía para reducir los costos de lanzamiento para que un día los humanos puedan realizar vuelos espaciales y colonizar el planeta Marte.

La nave, que ha mandado al espacio un satélite de telecomunicaciones de la firma luxemburguesa SES, despegó de su plataforma del Centro Espacial Kennedy, tal como estaba previsto, a las 18.27, hora local, con un cielo despejado. La fase principal del cohete Falcon 9, de 41 metros de altura, que se separó del resto de la misión 2 minutos y 41 segundos después del despegue, volvió a posarse suavemente sobre una plataforma flotante en el océano Atlántico 8 minutos y 32 segundos después del lanzamiento. El lanzador reciclado ya había servido para enviar, en abril del 2016, la cápsula Dragon hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) en una misión de aprovisionamiento en el marco de un contrato con la NASA.

«Esto será una enorme revolución en los vuelos espaciales», dijo Musk, inmediatamente después del aterrizaje autónomo del Falcon 9. «Han pasado 15 años para llegar a este punto», agregó.

La empresa ha indicado que el valor por operar un Falcon 9 es de 62 millones de dólares, pero aún no ha anunciado el precio de lanzar un cohete reaprovechado. También trabajan en un vehículo espacial de pasajeros y dos turistas ya se inscribieron para un viaje futuro alrededor de la Luna. El objetivo a largo plazo, según Musk, es transportar a gente a y desde el planeta Marte.