Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que contrajo el ébola cuidando a un misionero infectado, recurrió el archivo de la causa que investiga si se incumplió la normativa de seguridad para evitar nuevos casos y defiende que la prueba más evidente de que hubo delito fue su propio contagio. Igualmente, los sindicatos CSIF, AFEM y SAE presentan un recurso de apelación contra el auto del Juzgado de Instrucción 21 de Madrid que acuerda el sobreseimiento de la causa. EFE