El tesoro de la fragata Nuestra señora de las Mercedes está ya depositado en la sede de la Secretaría de Estado de Cultura, en la plaza del Rey de Madrid, rodeado de fuertes medidas de seguridad. Hasta las alcantarillas están selladas. Han sido cinco años de litigios que el ministro José Ignacio Wert ha dado este lunes por 'zanjados'. Pero hasta que las 17 toneladas de monedas de oro, plata y estaño se exhiban al público pueden pasar 'meses o quizás años', el tiempo que el titular de Educación y Cultura estima que puede tardar el proceso de 'documentación, catalogación y restauración' de las piezas.

Mientras no finalicen los trabajos tampoco se decidirá el destino del tesoro. Wert solo ha expuesto algunos de los factores que condicionarán la ubicación. 'No se van a repartir monedas por todos los museos, pero el objetivo es que pueda ser disfrutado por todos', ha advertido, aunque sí ha abierto la puerta a que una parte pequeña pueda exhibirse en América Latina, su lugar de procedencia. Perú aún reclama la propiedad del oro, aunque el ministro descarta que ningún tribunal pueda admitir de la demanda.

'El tribunal de Tampa (Estados Unidos) ya lo ha rechazado en varias ocasiones', ha recordado. Compleja restauración Para hacerse una idea de lo complejo de la restauración, basta comprobar que de las 600.000 piezas que integran el tesoro solo están restauradas o en proceso de serlo 212 monedas de oro y 13.077 de plata. El resto de ellas se encuentran 'compactadas, fundidas en bloques', alguno de los cuales tiene la forma de los recipientes (bolsas y cofres) que las contenían.

También figuran 115 kilos de lingotes de estaño y tres tabaqueras de oro. Aunque Wert ha dado el caso por cerrado, quedan aún dos cabos sueltos. El ministerio 'no renuncia', según su titular, a las 59 piezas que al parecer aún siguen en posesión de Odyssey en Gibraltar, y además estudia reclamar el abono de las costas judiciales, aún por cuantificar, después que el juez estadounidense abriera la puerta para ello.