La Agencia Espacial Europea (ESA) ya tiene todo a punto para el lanzamiento, la madrugada del martes, del segundo Sentinel 2 o Sentinel-2B, una pareja de satélites dedicados al análisis medioambiental. El proyecto, realizado por encargo de la Comisión Europea y su programa Copernicus, tiene entre sus cometidos fotografiar y monitorizar con una gran resolución la contaminación atmosférica, las erupciones volcánicas, los desplazamientos de terreno, las inundaciones y, muy particularmente, el estado de la vegetación mediante la detección de la clorofila en las hojas y el nivel de agua.

El lanzamiento del satélite, con una masa de 1.140 kilos y una previsión de vida útil de siete años, se efectuará a bordo de un cohete Vega que despegará del puerto espacial europeo de Kurú, en la Guayana francesa, el martes 7 a las 02.49 hora española. El primer satélite o Sentinel-2A fue lanzado en junio del 2015 y se encuentran en perfecto estado.

Aunque lanzados por separado, ambos satélites se desplazarán por la misma órbita, a una altitud de 786 kilómetros, y con una separación de 180 grados. Los dos satélites cuentan con una gran autonomía, que les permite operar durante periodos de hasta 15 días sin recibir instrucciones desde la Tierra.

CUBIERTA TODA LA TIERRA EN CINCO DÍAS

Cada cinco días, con los dos satélites quedará cubierta toda la superficie terrestre entre las latitudes 56 grados sur y 84 grados norte, "optimizando así la cobertura global y la provisión de datos para numerosas aplicaciones", señala la ESA en una nota informativa.

Los satélites Sentinel-2 tienen por objetivo proporcionar datos sobre la gestión del medio ambiente -por ejemplo, a partir de ellos se podrán generar mapas de zonas quemadas por incendios- y datos sobre la gestión agrícola que servirán, por ejemplo, para caracterizar cultivos y a partir de ahí establecer estrategias para optimizar el uso de los fertilizantes.

Se podrá hacer asimismo un seguimiento de la deforestación o desertización de algunas zonas y estudiar el impacto del cambio climático observando la evolución de los glaciares, prosigue la ESA.

Además, ofrecerá datos sobre la contaminación de lagos y aguas litorales, y las imágenes de inundaciones, erupciones volcánicas y corrimientos de tierra contribuirán a cartografiar los desastres naturales y a agilizar la ayuda humanitaria.

LA ESTRELLA: LA CÁMARA MULTIESPECTRAL

Los satélite obtendrán los datos gracias a su cámara multiespectral con 13 bandas de alta resolución, con un campo de visión que barrerá 290 kilómetros en el infrarrojo cercano e infrarrojos de onda corta, además del espectro electromagnético. La cámara, la más avanzada de su clase en el mundo, está basada en el legado de las misiones francesas SPOT y de los satélites estadounidenses Landsat. "El diseño de este instrumento fue todo un reto para garantizar que cumpliría con los exigentes requisitos impuestos por la comunidad de usuarios", subraya la ESA.

El satélite está previsto que al día envíe unos 60 minutos de datos en varias etapas, a las antenas de Maspalomas (Canarias), Matera (Italia) y Svalbard (Noruega), según la ESA. Los datos del programa Copernicus serán accesibles y gratuitos a través de internet.

La misión Sentinel-2 es fruto de la colaboración entre la ESA, la Comisión Europea y la industria. Han participado 60 empresas, entre ellas nueve españolas. El contratista principal de los Sentinel-2 ha sido Airbus Defense and Space en Alemania.

PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA

Por parte española, según destaca la nota de la ESA, han participado nueve empresas -Airbus Defence & Space España, CRISA, Elecnor Deimos, GMV, Iberespacio, Indra, Sener, Thales Alenia Space España y Tryo Aerospace- que se han encargado del control térmico de todo el satélite, el subsistema de cableado, el mecanismo de calibración y obturación para el instrumento óptico de alta resolución o el subsistema de transmisión de las imágenes y datos generados por los instrumentos de observación en banda X.