Trabajar fabricando pantallas de cristal líquido o extrayendo gas o petróleo con la técnica de la fractura hidráulica incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón o enfermedades pulmonares, según un estudio en el que ha participado el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Las enfermedades respiratorias que causa trabajar en las minas o manipulando amianto se han trasladado ahora a los empleados de algunas nuevas tecnologías, según el estudio, que no solo alerta de que éstas introducen nuevas amenazas en el lugar de trabajo, sino que estas patologías "están infradiagnosticadas".

En el estudio, publicado en la revista 'The Lancet', han participado varios centros internacionales y el neumólogo Xavier Muñoz, adjunto del Servicio de Neumología del Hospital Vall d'Hebron, el único de un centro de España.

Los autores han trabajado durante un año y medio para identificar elementos que pueden provocar enfermedades respiratorias en el lugar de trabajo, pero también las nuevas formas de exposición.

Una de las más habituales es el asbesto, presente en materiales de la construcción ahora prohibidos en la UE pero que aún se utiliza en muchos países, según el estudio, que avisa que todavía hay 125 millones de personas en el mundo expuestas a este elemento.

Otra es el sílice, causa de enfermedades respiratorias laborales, sobre todo por su presencia en los materiales de construcciónque se utilizan en sustitución del mármol en cocinas y aseos.

Uno de los aspectos más destacados del estudio y que lo convierte en "una revisión de referencia", según ha dicho Muñoz, es el análisis de las nuevas formas de exposición a agentes químicos o material inorgánico.

FABRICACIÓN DE VAQUEROS

Es el caso de los trabajadores que decoloran el tejido para fabricar vaqueros usando un chorro de arena que provoca partículas volátiles que acaban en los pulmones de la persona que manipula el material, provocando silicosis severa y deterioro de la función pulmonar después de exposiciones breves, ha destacado Muñoz.

A pesar de la prohibición de esta técnica en muchos países, aún se utiliza en China, Bangladesh y Pakistán.

La técnica de la fractura hidráulica ('fracking') para extraer gas y petróleo del subsuelo también puede provocar problemas respiratorios a los operarios, según el estudio, ya que la inyección de materiales a presión expone a las personas, incluso a las que viven cerca, a sílice, elementos orgánicos y otros productos que pueden provocar problemas respiratorios, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y cáncer de pulmón.

NUEVAS VÍAS DE EXPOSICIÓN

Según el estudio, la fabricación de pantallas de cristal líquidotambién es una de las nuevas vías de exposición ya que en este proceso se utiliza óxido de indio, un producto que en 2003 se asoció por primera vez en un caso de neumonitis intersticial en Japón.

Otro grupo de trabajadores expuestos a elementos que pueden provocar patologías respiratorias es el de los encargados de lafabricación de palomitas de maíz.

El estudio recuerda que en el año 2000 se diagnosticaron 8 casos de bronquiolitis obliterante en Missouri (EEUU) por culpa de un producto usado como condimento, el diacetil, que también se utiliza en otras industrias de la alimentación.

El estudio también ha detectado que la exposición a nanopartículas y productos químicos, como compuestos orgánicos volátiles generados durante la combustión de derivados del petróleo, pueden provocar problemas respiratorios.

Es el caso de los vendedores que llenan encendedores en las calles de la India o de las personas que trabajan en gasolineras.

Según Muñoz, las estrategias de prevención pasan por reducir la incidencia de las enfermedades con higienistas, disminuir la progresión de las patologías y su severidad con más vigilancia y hacer diagnósticos precoces para reducir las complicaciones.

Según la Organización Mundial del Trabajo, cada año mueren por accidentes laborales o enfermedad dos millones de trabajadores y una tercera parte de los que pierden la vida por enfermedad, sufren cáncer de pulmón o enfermedad pulmonar intersticial.

En España no hay datos contrastados porque no son enfermedades de declaración obligatoria a las autoridades sanitarias, aunque se estima en más de 300 los casos de patología respiratoria ocupacional que se declaran cada año en Catalunya, la mitad de ellos de asma.

Muñoz ha denunciado que se trata de patologías "muy infradiagnosticadas. La situación en este campo es deplorable".