Precisamente este domingo por la noche, los Trump celebran su primer gran acto social en la Casa Blanca, el Baile de los Gobernadores. Casualmente --o más bien no--, coincidirá con unagala de los Oscar en la que se prevé que caiga un alud de críticas sobre el presidente de EEUU.

Será además el estreno de la primera dama, Melania Trump, como anfitriona en la Casa Blanca, con lo que el tradicional baile puede estar en condiciones de competir con la fiesta grande de Hollywood a la hora de captar la atención de los medios.

CHOQUE PREVISIBLE

“Los gobernadores de nuestra nación están comenzando a reunirse en Washington esta semana para una reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores. El presidente y la primera dama les darán la bienvenida a la Casa Blanca el domingo por la noche”, anunció el pasado miércoles el portavoz presidencial, Sean Spicer.

Si bien es cierto que la coincidencia entre los dos actos ya se había producido otros años, en esta ocasión el trasfondo es distinto. Es más que probable que la lejanía ideológica entre numerosas figuras del celuloide y el presidente se refleje en las intervenciones en la gala como ya ocurriera en la de los Globos de Oro, en la que la actriz Meryl Streep ya le lanzó una carga de profundidad. En esta ocasión los Trump no lo verán porque estarán ocupados con su propia fiesta, aunque también es más que probable que el presidente responda a los eventuales ataques, como de costumbre, vía Twitter, como más le gusta