Unas 480.000 personas desarrollaron el año pasado en el mundo tuberculosis multirresistente (MDRTB), una variedad de la enfermedad más grave y de tratamiento mucho más difícil cuyo origen se atribuye a un uso inadecuado de los medicamentos, a dosis erróneas o a suspensión de los tratamientos sin motivo, entre otras causas, según denunció ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). En su evaluación anual sobre la enfermedad, presentada en rueda de prensa en su sede en Ginebra (Suiza), la organización explicó que el aumento de casos de esta variante ha sido espectacular en Rusia, Europa oriental y varios países de Asia central, territorios donde la tasa de éxito del tratamiento es “alarmantemente baja”.

La OMS insistió en que los progresos en la lucha contra la tuberculosis en el mundo han sido enormes en los últimos años, hasta el punto de que la tasa de mortalidad se ha reducido un 45% desde 1990, pero aún causa 1,5 millones de fallecimientos anuales, una cifra escandalosa si se tiene en cuenta que es una enfermedad curable si se trata convenientemente.

En total, según datos de la OMS, unos nueve millones de personas desarrollaron tuberculosis el año pasado, 500.000 más que en el 2012. Los 480.000 enfermos diagnosticados en el 2013 ya representan el 3,5% del total de casos anuales. Esta versión es mucho más difícil de sanar. H