Un terremoto de 4,7 grados en la escala de Richter hizo temblar hoy el condado de Riverside, en el sur de California, con epicentro cerca de Palm Springs y de Indian Wells, donde se está disputando el conocido torneo de tenis que lleva su nombre.

En un primer momento, el Instituto Geológico de EE.UU. (USGS) fijó la magnitud del seísmo en 5,2 grados, aunque rebajó su intensidad en posteriores mediciones.

Rápidamente los jugadores que participan en el primer Masters 1.000 de la temporada, dejaron sus impresiones en varias redes sociales.

"Esperando para salir de casa y ....terremoto!!!!vaya 'careto' se nos ha quedado!!!nada importante, pero cagadísimo!!!, señaló Galo Blanco, entrenador del canadiense Milos Raonic.

El número uno de Canadá también expresó sus sensaciones en la red. "Terremoto, !!! Estaba en el baño, el resto de mi equipo está un poco asustado", dijo Raonic.

"Acabo de experimentar un terremoto muy grande en este momento", señaló por su parte la danesa Caroline Wozniacki, mientras que Virginia Ruano, compañera de "Pato" Clavet, entrenador de Feliciano López, señalaba: "¡Qué susto, se ha movido todo en Indian Wells, terremoto o el carrito de la limpieza del hotel?? Vaya despertar!! Uff".

Marcel Granollers también sintió el sismo. "De locos estar en la cama y que se empiece a mover todo! por suerte solo ha sido un susto", escribió.

El movimiento telúrico se inició a 7,5 kilómetros de profundidad en una área desértica a 20 kilómetros al sureste de la localidad más próxima, Anza, 25 de Palm Springs y 100 kilómetros de San Diego.

La sacudida se dejó sentir en el condado de Riverside, si bien no se han registrado daños, según las primeras informaciones.

El terremoto de 4,7 grados se produjo a las 9.55 de la mañana hora local (16.55 GMT) y tuvo varias réplicas, la más inmediata alcanzó una magnitud de 4,6 grados.

El sur de California es una zona de alta actividad sísmica que según los expertos está amenazada por el llamado "Big One", un terremoto de una magnitud de 7,8 grados o superior con origen en la falla de San Andrés.

Se estima que hay una probabilidad de un 98 por ciento de que este temblor tenga lugar en la región en un plazo de 30 años.