El Observatorio del Civismo del Transporte Ferroviario ha denunciado el alto impacto económico que sufren las compañías ferroviarias a causa de los actos vandalismo, que les ha costado 62,7 millones entre el 2015 y el 2016, y que se ha convertido en el principal problema de seguridad.

Según un comunicado publicado por dicho ente, entre el 2015 y el 2016 se han producido más de 3.000 intrusiones vandálicas en las principales redes ferroviarias españolas. En concreto, este tipo de infraestructuras sufre una media de entre cuatro y cinco pintadas diarias por parte de grupos organizados solo en Cataluña, y entre el 2015 y el 2016 se han realizado miles de juicios por este motivo, además de abrirse expedientes diarios por faltas administrativas y agresiones, entre las principales razones.