Los tres máximos responsables gubernamentales en la gestión de la nevada del día de Reyes ya han ofrecido en el Congreso las explicaciones que se les exigieron y el balance no puede ser, para la oposición, más descorazonador. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y el de Fomento, Íñigo de la Serna, ayer, y el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, el pasado lunes, pidieron disculpas pero no han admitido ni un solo fallo por el caos de la AP-6. Toda la responsabilidad se la han atribuido a la concesionaria Iberpistas, filial de Abertis.

El titular de Fomento anundió que la conversión de los dos expedientes informativos abiertos a la empresa en sancionadores se produjo ayer y que ambos se incoan por infracciones de «carácter grave». Uno es un expediente de penalización por incumplimiento de contrato y el otro sancionador por negligencia en la prestación del servicio.

Frente a las críticas de la oposición, que volvieron a pedir el cese de Serrano, Zoido defendió al director de la DGT, quien llegó a responsabilizar a los ciudadanos del caos, recomendó en Twitter un ridículo kit antinevadas y coordinó el operativo desde su casa en Sevilla, en lugar de estar en su puesto de trabajo. La gestión del director del DGT fue impecable, a ojos del ministro, que solo reconoció un error comunicativo de Serrano. Zoido, en este sentido, descartó por el momento la destitución.