El Centro de Información y Coordinación de Urgencias Sanitarias (CICU) confirmó ayer que la intoxicación por cloro detectada el pasado viernes en la piscina de verano de Xilxes no solo afectó a las dos niñas que fueron ingresadas en el Hospital de Sagunto. Hasta 10 menores más tuvieron que ser asistidos por «síntomas leves», lo que confirma que el incidente tuvo un alcance mayor del que en un principio se apuntó desde el Ayuntamiento.

Fuentes del CICU ratifican que el viernes por la tarde recibieron un aviso en el que se solicitaba la movilización de medios sanitarios hasta las instalaciones de la citada piscina. Además de un vehículo de Soporte Vital Básico (SVB), se trasladaron hasta el lugar del suceso un médico y un enfermero del punto de atención continuada (PAC) de Almenara.

SÍNTOMAS LEVES

A su llegada, los especialistas pudieron comprobar que la mayoría de los menores afectados «presentaban síntomas leves, con irritación en las mucosas, por lo que se les recomendó que se lavaran bien con agua limpia boca y ojos». Tras valorar la situación, «vieron que no hacía falta requerir una SAMU».

Diferente fue el caso de tres niñas que acabaron en la Mini Fe de Sagunto. Una volvió a casa el mismo día, pero las otras dos, que en el lugar de los hechos presentaban claros indicios de intoxicación por cloro «con irritación de la orofaringe», permanecían ingresadas ayer en observación al presentar síntomas febriles que desaconsejaban el alta, según explican fuentes municipales.

Como informó en su edición de ayer Mediterráneo, el Ayuntamiento identificó como causa de la intoxicación una inyección excesiva de cloro por parte de un dispensador automático que hasta ahora había pasado todos los controles de calidad y las revisiones. Aun así, el alcalde, José Martínez, ordenó el cierre de las instalaciones, de gestión municipal, «hasta que sean seguras».

Testigos de los hechos mostraron ayer públicamente su malestar por la gestión del incidente. Entre otras cuestiones, aseguraron que algunos padres decidieron llevar a sus hijos a centros sanitarios de otros municipios ante la tardanza en la llegada de los servicios de emergencias, según dicen unos 30 minutos desde que se dio la voz de alarma. Durante ese tiempo, también como relatan los testigos, una pareja de la Policía Local se encargó de asistir a los menores y sus familiares.

El alcalde, que hasta ayer no tuvo constancia de que el número de menores afectados hubiera superado la decena, ratificó su determinación de que la piscina permanezca cerrada «hasta nuevo aviso». Al parecer, tras la revisión del complejo lúdico, no solo se comprobó que la intoxicación se produjo por un fallo del dispositivo que controla la cantidad de cloro, que se estrena este año, sino que además, detectaron una pérdida de agua de los depósitos de reposición de la piscina. Cuestiones todas que están siendo analizadas para esclarecer las causas de lo sucedido.