El joven de 22 años detenido tras ser grabado por una cámara de seguridad propinando una paliza brutal a su pareja en un portal en San Juan de Alicante se mostró ayer, en el alegato final del juicio, arrepentido, y aduce que sufrió «un arrebato de celos». Aunque al inicio de la vista oral, tanto el acusado, ucraniano, como la víctima, húngara, se negaron a declarar, el presunto agresor usó su derecho a la última palabra para pedir perdón a las mujeres que se hayan «sentido identificadas».

La fiscalía elevó su petición de pena desde los nueve meses de prisión que planteaba inicialmente hasta dos años y tres meses de cárcel, al considerar que los hechos no son un simple maltrato sino un delito de lesiones. La fiscal del caso entiende que el vídeo, ampliamente difundido justo el día internacional contra el maltrato (25 de noviembre), es «un clamoroso ejemplo de la violencia de género», y de «dominio del yugo emocional».