Una hija se enfrenta el 3 de octubre a cuatro años de cárcel y su esposo a otros tres como presuntos autores de un delito de homicidio por omisión, ya que, presuntamente, no cuidaron al padre de esta, postrado en una cama, dejándolo a su merced, sucio, lleno de heridas, orín y heces. El juicio, con jurado popular, comenzará a las 10.00 horas en la sala de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Tal y como reza el escrito del fiscal, los hechos se remontan al 2001. Los acusados vivían con los padres de ella, a los que debían cuidar dado su estado de salud.

En concreto, detalla la Fiscalía, el padre y víctima padecía diferentes dolencias como diabetes, epilepsia, obesidad e insuficiencia venosa, además de haber sufrido unos cinco años atrás una trombosis cerebral, lo que suponía la necesidad de ser atendido en los aspectos alimenticios, de aseo y asistencia médica más básicos por terceras personas. Unas tareas que, ante los padecimientos físicos sufridos por su esposa anciana, debían asumir la hija de ambos y su marido, es decir, los acusados. Asistencia más necesaria aún al tener la anciana, además, antecedentes de demencia.

Sabedores de la obligación que les incumbía sobre el cuidado y vigilancia del anciano, supuestamente dejaron de prestar la más mínima atención a las necesidades básicas de higiene y alimentación del mismo, según el fiscal.

MÉDICO DE CABECERA // Fue el 18 de abril del 2001 cuando el médico de cabecera llamó a la casa y decidió visitar al anciano para comprobar su estado de salud. El doctor encontró a la víctima en unas condiciones higiénicas deplorables, pues presuntamente estaba en una habitación con un fuerte olor a orín, postrado sobre un colchón sin sábanas, vestido únicamente con una camiseta manchada y mojada de orín, estando el colchón totalmente sucio de orín, heces y sangre seca.

Además, según el fiscal, el anciano presentaba una úlcera vascular purulenta y gangrenada, una herida incisa en el muslo de 18 centímetros, señales de rascado por todo el cuerpo y úlceras con un hematoma infectado, además de falta de hidratación y descompensación de su diabetes.

muerte // La víctima estaba en estado de estupor y únicamente respondía a los estímulos dolorosos. Ingresó en el hospital y murió 12 días más tarde por la infección.

El fiscal tiene en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas porque la causa estuvo paralizada dado el colapso judicial. H