Hombre de raza blanca. De entre 30 y 35 años. Con entradas pronunciadas. Vestía pantalón tejano, calzado blanco y una chaqueta azul marino de tipo impermeable, con capucha. Esta es la descripción del pistolero que a las tres de la tarde de ayer disparó contra un joven belga, de 27 años, que estaba junto a un amigo británico de 29, hablando frente a la puerta del hotel Silken de la calle Pintor Fortuny de Barcelona.

La víctima, hospitalizada con una herida limpia en el abdomen, está bajo custodia policial y no se teme por su vida. No tiene antecedentes policiales. Ni él ni su amigo eran clientes del hotel. Las primeras hipótesis policiales apuntan a un ajuste de cuentas. El herido de bala presenta unos tatuajes “sospechosos” que le relacionarían con una destacada mafia criminal, según fuentes al corriente de las pesquisas.

El incidente desencadenó en escenas de pánico. A las tres de la tarde ese tramo de calle, tan cercana a la Rambla, está abarrotado de turistas y transeúntes.

Según el relato de testigos presenciales, un hombre disparó contra dos hombres jovenes que estaban frente al hotel. El pistolero empezó a caminar en dirección a la Rambla. Pero antes, se giro y volvió a disparar contra la puerta del hotel. Los dos hombres, el danés y el británico, entraron a protegerse en el hotel. H