Enterrado y con un golpe mortal en la cabeza. El cuerpo sin vida de Miguel Navarro Fernández, Maikel, fue localizado ayer por la tarde en un huerto próximo al Camí d’en Riera, en la zona de Lledó. El joven, de 24 años, e hijo del conocido boxeador castellonense El Colorín, llevaba desaparecido desde el pasado viernes, día de Reyes. Su familia, que se puso en contacto con Mediterráneo, lo estaba buscando desesperadamente y había llenado Castellón de carteles para encontrarlo.

El caso se encuentra en estos momentos bajo secreto de sumario, ya que son todavía muchas las incógnitas por esclarecer. Al parecer, informaron fuentes próximas a la investigación, la Policía Nacional seguía la pista a dos menores de edad, de 17 y 14 años, al sospechar la propia familia de Maikel de que algo le había ocurrido. Fue el padre del joven quien puso a los agentes sobre la pista de estas personas, incluso, aportando sus fotografías y datos. Tras indagar en el asunto, ayer mismo fueron trasladados hasta la comisaría, donde, indicaron estas fuentes, «se derrumbaron y confesaron su participación» en el crimen, al tiempo que destaparon el lugar donde Maikel había sido enterrado, precisaron.

No obstante, estos jóvenes narraron a la Policía Nacional que ellos «no habían sido los autores materiales» culpando entonces a un joven de 20 años y de origen rumano de haber acabado con la vida de Maikel. Los agentes iniciaron entonces la búsqueda de este tercer sospechoso, que fue localizado y detenido a última hora de la tarde en la capital, al parecer, cerca de la avenida Valencia.

Por el momento, los tres han sido interrogados y permanecían anoche en los calabozos de la comisaría, mientras los especialistas tratan de esclarecer todos los pormenores del extraño crimen.

UNA VILLA Y UN HUERTO CON HACHAZOS // La zona próxima a la basílica de Lledó estaba ayer por la tarde llena de coches patrulla y focos. El lugar donde estaba el cadáver fue acotado con una cinta para su custodia e inspeccionado al detalle con la realización de fotografías. Tras la toma de vestigios por parte de la Policía Científica, fue el juez en funciones de guardia el que procedió al levantamiento del cadáver. El cuerpo sin vida de Mikel era trasladado ya al anochecer al Instituto de Medicina Legal, donde está previsto que hoy le sea practicada la autopsia.

Todo apuntaba anoche a que en una villa del Camí d’en Riera la Científica había encontrado sangre de la víctima. La búsqueda de indicios se alargó hasta bien entrada la noche. Los agentes, además, portaban palas y picos, con los que, presumiblemente, habrían desenterrado el cuerpo de Maikel en un huerto próximo a la casa. La cabeza estaba cubierta por una bolsa de plástico tras haber recibido varios hachazos.