La Policía Local de Burriana ha decidido ampliar las medidas cautelares hasta que no acabe el procedimiento penal contra José Antonio M. M., agente del cuerpo, quien ha ingresado en prisión como presunto autor de los delitos de corrupción de menores, prostitución de menores y abusos sexuales al amparo de su condición de agente de la autoridad.

El consistorio decretó el pasado viernes medidas cautelares de suspensión de funciones durante seis meses pero, ayer lunes, amplió esta providencia hasta que finalice todo el procedimiento penal tras su detención y posterior ingreso en prisión, como anunció a Mediterráneo la concejala delegada de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Burriana, Esther Pallardó.

La investigación continúa bajo secreto de sumario y no se descarta su imputación por más delitos. De hecho, como adelantó ayer este periódico, el juzgado número 6 de la capital analiza miles de fotografías y vídeos de menores que el agente tenía en el ordenador portátil. Asimismo, como detallaron fuentes judiciales, el número de víctimas (todos varones, de entre 15 y 17 años), podría superar la docena.

Al parecer, el policía local, que tenía acceso a las bases de datos de menores con problemas (trabajaba en los Servicios Sociales municipales del Ayuntamiento de Burriana), contactaba con ellos por teléfono. Tras ello, presuntamente, les hacía regalos como teléfonos móviles y después les solicitaba, supuestamente, fotografías de índole sexual. Después, iba más allá y, presuntamente, les exigía mantener relaciones sexuales bajo supuestas amenazas y coacciones. Las víctimas están ahora bajo tratamiento psiquiátrico.

No es la primera vez que José Antonio M. M. se encuentra en un proceso judicial. Ya fue condenado a un año y nueve meses de cárcel en el año 2011 por falsificar la tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de un coche que había sido inmovilizado por sus compañeros en un control de alcoholemia. El turismo, como consta en la sentencia dictada por la Sección Primera de la Audiencia de Castellón, fue enviado al depósito municipal.

El acusado, entonces aprovechó que el dueño del turismo no tenía seguro ni los papeles del dinero para intentar vender el coche. Para ello, valiéndose de su condición de agente de la autoridad, falsificó los documentos de la ITV. Sin embargo, un oficial de la Policía Local de Burriana se percató de sus intenciones, lo denunció y fue detenido. H