Un maltratador de Castellón, que cumple dos años y 11 meses de prisión, ha presentado ante el Tribunal Supremo cartas de amor que su víctima escribió y le envió a la cárcel mientras él cumple condena por agredirla en repetidas ocasiones e incluso por intentar clavarle un cuchillo, que ella consiguió esquivar. El inculpado pretendía con esta petición al alto órgano judicial salir de la cárcel al argumentar que ella había mentido en sus acusaciones respecto a él y que en las cartas de amor que le llegaron a la prisión ella le decía que le quería y argumentaba que él era inocente.

No obstante, los magistrados han rechazado su solicitud de revisión de su juicio y han confirmado la sentencia condenatoria al ceñirse a los partes médicos que se presentaron en el acto del juicio oral donde quedaba patente que la víctima había sufrido serias lesiones físicas provocadas por numerosos golpes y puñetazos por todo el cuerpo. Y es que, además, el maltratador hacía referencia en su recurso extraordinario a que su víctima había querido declarar en el juicio. Un hecho que el Supremo tampoco contempla porque tiene en cuenta la declaración corroborada por otras circunstancias periféricas como fue la intervención policial en el momento de la detención del acusado y las declaraciones de los agentes en el juicio, así como el informe médico forense y la asistencia a los servicios sociales por parte de la víctima donde ella misma interesó su protección.

SENTENCIA // Según reza la sentencia, a la que ha tenido acceso Mediterráneo, y que fue corroborada en su día por el tribunal de la Audiencia Provincial de Castellón, “el acusado, de nacionalidad española, sometió a su pareja sentimental a una situación de dominación ejerciendo sobre ella una constante violencia física, lo que motivó que la mujer tuviera que acudir solicitando auxilio a los servicios sociales municipales y a los centros de protección de mujeres hasta que interpuso la correspondiente denuncia”.

Y prosigue el documento judicial: “El imputado propinó a la víctima golpes por todo el cuerpo con sus manos y, cuando ella se encontraba tumbada en la cama, la destapó y le dio puñetazos. Además, otro día le pegó también en la cara, en el brazo y en la barriga en presencia de otras personas e intentó clavarle una navaja”. H