Nuevo acto de vandalismo contra lugares sagrados de la provincia. En esta ocasión, los ladrones asaltaron la ermita del Santo Cristo del Calvario del Castillo de Villamalefa en la madrugada del sábado al domingo.

Los hechos los denunció una de las feligresas de la parroquia que suele pasear por los alrededores. Ella misma se percató el domingo por la tarde de que la puerta estaba abierta y pensó que alguien «habría pedido la llave para rezar y encender algunas velas». Al acercarse, comprobó que la cerradura había sido forzada y que el lampadario de cirios del interior «estaba vacío, con la tapa rota en el suelo».

Inmediatamente, la mujer avisó al párroco para que diera parte de lo sucedido y este informó de que los cacos solo se habían llevado una pequeña cantidad de dinero del cepillo. La imagen del santo, que según el párroco no tiene valor artístico pero sí «una gran importancia sentimental para todos los vecinos», estaba intacta y ha sido trasladada a la parroquia. Asimismo, los hechos han sido denunciados a la Policía Nacional.

Este no ha sido el único incidente en edificios religiosos del Alto Mijares, pues hace solo unos días la ermita de Santa Ana de Zucaina fue saqueada. Meses atrás, la imagen que preside la hornacina de la fachada del oratorio de Villahermosa fue apedreada.

PORTÓN DESTROZADO // Además, este fin de semana también ha habido un ataque a la ermita de la Sagrada Familia de la Vall d’Uixó en el que se produjeron importantes daños en un portón del siglo XVII. El seguro informó ayer al párroco que la restauración de este importante elemento artístico sí entra en la póliza, aunque aún no han calculado su coste. La Vall estudia ahora instalar cámaras de seguridad en la zona.