Morella vivió la madrugada del lunes una nueva noche de robos. Se repite el modus operandi de los últimos episodios y, curiosamente, se perpetraron en la misma zona que los anteriores de la semana pasada. En esta ocasión, los ladrones asaltaron tres casetas y un almacén cercanos a la entrada al municipio por el portal de Sant Mateu. En una de las barracas, los ladrones se llevaron un ordenador, un televisor y le propinaron una paliza a dos perros que se encontraban allí, un bóxer de cuatro años y un cachorro de cuatro meses. “Ha sido un susto muy grande, por poco los matan, ahora los he trasladado a otro sitio por si vuelven a entrar”, explicaba el propietario.

Otro de los enclaves afectados fue una caseta de campo de José Ferrer, al cual le entraron a robar la semana pasada llevándose 5.000 euros en maquinaria agrícola. En este saqueo no le desfalcaron nada de valor, puesto que el propietario ya tenía claro que no dejaría material valioso allí: “El primer robo fue una pérdida sentimental y de desconfianza y decidí no guardar nada importante porque tenemos la sensación de inseguridad”. Ferrer cree que “los ladrones lo tienen todo estudiado, saben lo que hacen y hay espías o algo parecido porque conocen nuestros movimientos”.

El robo fue también de poca importancia, “cosas insignificantes, como unos guantes o un mono”, en la tercera de la casetas, como indicaba uno de los afectados.

ALMACÉN DE BUTANO // Las pérdidas económicas más grandes se registraron en el almacén propiedad del distribuidor de butano de la zona, que se encuentra justo al lado del de Electra del Maestrazgo que sufrió dos robos la semana pasada, perdiendo 3.000 euros en cable de cobre. Allí, los ladrones entraron la pasada noche reventando la puerta y se llevaron 2.000 litros de gasoil y unos 20 metros de cable de cobre. El dueño del almacén arregló ayer la puerta destrozada para intentar evitar nuevos robos.

La Guardia Civil sigue con las investigaciones que afectan demasiado a Els Ports. H