En su propio círculo de amigos es donde podrían encontrarse los asesinos del ciudadano de origen marroquí Abdelhay A., cuyo cadáver apareció el pasado miércoles --en el piso que había alquilado hacía pocos días en Burriana--, maniatado y desfigurado tras recibir una brutal paliza.

La Policía Judicial de la Guardia Civil ya ha enviado todos los restos biológicos hallados en la escena del crimen al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid para su análisis y cotejo con la base de datos nacional de perfiles de ADN. En la actualidad hay alrededor de 200.000 perfiles genéticos registrados en este sistema informático denominado CODIS, el mismo que usa el departamento de Justicia de EEUU. Unos resultados que podrían tardar hasta tres meses, pero que aportarían luz a este misterioso caso, según fuentes fidedignas.

La Guardia Civil localizó en el piso de la avenida San Juan Bosco de Burriana, donde apareció el cuerpo sin vida del marroquí, pequeñas dosis de estupefaciente para autoconsumo. El móvil del crimen aún es una incógnita, sin que se haya descartado por el momento que fuera por un asunto de drogas. Y es que el fallecido tiene antecedentes por venta de sustancias ilegales al menudeo que se remontan al año 2007. Se desconoce si se dedicaba en la actualidad a esta actividad ilícita. Es por esto que sus conocidos están siendo interrogados.

Cabe recordar que Abdelhay A. fue asesinado alrededor de las dos de la madrugada del domingo en el piso que había alquilado recientemente en Burriana. El cadáver fue localizado el miércoles, en el comedor de la vivienda, en estado de descomposición y con múltiples golpes por todo el cuerpo. Sus manos estaban atadas.

La víctima llevaba años residiendo por Burriana, en diferentes domicilios. Desde hacía tiempo trabajaba en un local de comida rápida de Benicàssim y en invierno se dedicaba a la coger naranja. Su familia se enteró de su muerte por la prensa. H