Un hombre con un hacha en la mano a las 23 horas por la calle San Roque de Castellón. Es es la visión que tuvieron hace unos días algunos vecinos del vial, una imagen realmente extraña e inquietante por la noche, y no dudaron en alertar a la Sala Operativa del 091 para que acudiesen los agentes policiales para saber qué es lo que estaba pasando.

Y así se presentó la patrulla policial en el lugar indicado por los vecinos, interceptando al individuo que, efectivamente, había pasado por la calle San Roque, en plena noche, con un hacha en la mano, tal y como habían avisado los informantes. De esta forma, los efectivos policiales averiguaron que el individuo acababa de estar en una vivienda de una calle próxima, donde, presuntamente, había amenazado de muerte a dos personas con esta arma.

Pero, además, según las informaciones que recabaron agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Castellón, había llegado a asestar varios golpes con el hacha a la reja de una ventana de la casa, intentando alcanzar a una de las personas que se encontraba allí y llegando a introducir el brazo entre los barrotes de la reja de la residencia particular.

Presuntamente, su propósito no era otro que hacer daño a estas personas, un conocido del sujeto y su madre, quienes vivieron una situación de angustia y temor ante la presencia del varón que no dejaba de intimidarles, en unos momentos que fueron realmente difíciles para estas dos personas y que no los olvidarán mientras vivan.

DETENCIÓN // Por todo ello, los agentes, y tras realizar las pesquisas oportunas, procedieron a la detención del hombre, un ciudadano de origen cubano y de 35 años, quien, supuestamente, había estado en la casa de un conocido suyo dónde lo había amenazado a él y a su madre.

Fue detenido por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía acusado de ser el autor de un presunto delito de amenazas graves. El hombre cuenta con antecedentes policiales y ha sido puesto a disposición judicial.

Asimismo, el hacha fue recuperada de entre unos arbustos, después de que el sujeto indicara dónde la había escondido. La herramienta tenía ya el mango roto y el filo mellado. H