Nuevo robo con violencia e intimidación en Borriol. El propietario de un conocido restaurante situado en la avenida Alcora, de unos 70 años, sufrió la desagradable experiencia de que los ladrones visitaran su domicilio en la madrugada del martes al miércoles, estando él dormido.

Según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras del caso, dos hombres entraron en el establecimiento hostelero, que comunica con el domicilio del afectado, y lo maniataron mientras registraban cada palmo tanto del negocio como de la vivienda. Cogieron efectivo de la caja registradora y también algo de dinero que la víctima tenía guardada en su domicilio. Los cacos, tras apoderarse de lo que quisieron, huyeron de la casa.

Todo parece indicar que no le golpearon y que el afectado se encuentra en buen estado de salud. Sin embargo, lo sucedido le ha dejado en estado de shock y, por el momento, no logra recordar detalles acerca de lo sucedido.

No es la primera vez que el hombre es objetivo de los ladrones. Hace dos meses, según explican allegados a la familia, el negocio registró otro asalto.

En aquella ocasión, la víctima sorprendió a los intrusos, que se dieron a la fuga a toda prisa.

La Policía Judicial de la Guardia Civil se encuentra tras la pista de los asaltantes, según confirman fuentes de la Benemérita a este diario. Agentes especializados han revisado el local en el que el hombre fue maniatado y han iniciado una investigación.

PIDEN MÁS SEGURIDAD

Este nuevo robo violento ha conmocionado a la localidad y ha despertado algunas críticas entre los residentes, que piden más vigilancia para incrementar la seguridad.

«Desde que han eliminado la Policía Local en la zona de las urbanizaciones, se han incrementado los robos, llegando a atacar físicamente a los propietarios. Debemos pedir responsabilidades a quien corresponda, si el gobierno municipal persiste en su desidia», señala Veïns de Borriol.

Hace ahora dos meses que un hecho muy similar tuvo lugar en la localidad. Las urbanizaciones de Tomellar, Benadresa y Monte Cristina registraron hasta cuatro asaltos en pocos días. El peor de ellos lo vivió un chico que dormía en su domicilio de Tomellar, cuando comenzó a oír algunos ruidos sospechosos. Como adelantó entonces Mediterráneo, decidió salir de su habitación a ver lo que ocurría y sorprendió a dos hombres en el piso inferior. Los intrusos le golpearon y maniataron, provocándole varias lesiones, según fuentes del entorno. Los cacos no causaron entonces graves desperfectos, pues «iban a tiro hecho», adueñándose de varios enseres domésticos.