Un burro de pocos meses tirado en la calle al lado de un contenedor, entre la basura. La Policía Local de Castellón ha solicitado a través de las redes sociales la colaboración ciudadana para esclarecer este insólito suceso que podría incurrir incluso en un delito de maltrato animal si es que se demuestra que el ejemplar ha fallecido por desnutrición, abandono o bien con violencia, informaron desde el consistorio. Un extremo que en estos momentos se está investigando y por eso la Policía Local necesita ayuda, para saber la procedencia del animal.

El cuerpo sin vida del burro aparecía en la noche del miércoles en una zona próxima al grupo San Agustín y San Marcos, pero concretamente en los alrededores, junto a la zona de Mestrets.

Al parecer, su propietario se había deshecho del animal muerto depositándolo cerca de un contenedor. La Policía Local avisó de inmediato a los operarios para su recogida y abrieron una investigación para saber si se trata de un caso de maltrato animal.

Los agentes realizaron fotografías del lugar y el burro e iniciaron las pesquisas de este caso.

Un vecino de la zona explicó a Mediterráneo que en una casa situada en la Cuadra Borriolench, próxima al cementerio, «tenían dos o tres burritos hasta hace unos meses», pero no saben «si se trata de uno de ellos». Esta persona, que afirmó que «los niños solían asomarse para verlos», detalló que ya ha trasladado esta información a los investigadores para que la tengan en cuenta, en caso de resultar relevante.

El Código Penal contempla que cuando del maltrato se produce la muerte del animal la pena de prisión para la persona que lo ha cometido puede alcanzar hasta los 18 meses, así como una multa, dependiendo del caso. La ley también contempla la inhabilitación para tener o trabajar con animales de cuatro años.