Cuatro miembros de la misma familia de la Llosa, dedicados a la venta al menudeo de droga en la provincia, y sus dos proveedores de cocaína, de Nules, se sentaron ayer en el banquillo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, acusados de traficar en Castellón con estupefacientes.

Una madre, sus dos hijos y su yerno se enfrentan a penas de tres años y medio y cuatro y medio de prisión y a una multa total de 47.000 euros por delitos contra la salud pública. Por su parte, los que reconocieron ayer, ante el tribunal, ser los proveedores de droga de la familia, E.C.L. y F.R.P.V., podrían ser condenados a penas de ocho y nueve años y sendas multas de 1.400.000 euros.

Tres de los procesados fueron trasladados desde el Centro Penitenciario de Castellón, en donde cumplen prisión provisional desde hace dos años por esta causa.

Los principales acusados, E.C.L. y F.R.P.V., ambos de nacionalidad española y con antecedentes penales, fueron sorprendidos por la Guardia Civil cuando realizaban un gran intercambio de cocaína.

Los agentes, que vigilaban a los procesados desde hacía meses, pillaron a F.R.P.V. en el garaje de E.C.L., en el que habían quedado para realizar una compraventa de droga. E.C.L. le hizo entrega de 11 paquetes que contenían 11 kilos y 110 gramos de cocaína con una pureza del 76% y, a cambio, F.R.P.V. le pagó 324.780 euros.

ALIJO Y DETENCIONES // En cuanto el vehículo abandonó el párking de Nules, la Policía Judicial intervino y los detuvo a ambos, requisando la droga que habían colocado bajo la alfombrilla del maletero del coche. El valor del alijo hubiese sido de 461.920 euros en el mercado ilícito.

La Guardia Civil practicó también un registro domiciliario en casa de A.R.O., que compraba droga de forma mensual a F.R.P.V. para venderla a terceros y para consumo propio, tal y como ella admitió en sala. “Le pillaba 80, 90 o 100 gramos cada vez”, reconoció la mujer, a quien confiscaron en su domicilio droga por valor de 11.275 euros y 8.700 en efectivo.

“Mis hijos no tienen nada que ver en esto”, reiteró la mujer a preguntas del fiscal, quien sí los acusa de atender los negocios de su madre. Una versión que sostuvieron también ayer agentes de la Benemérita, quienes aseguraron que la hija la acompañaba a algunas citas y que el hijo vendía marihuana, hachís y cocaína, sustancias que le proporcionaba su madre o terceras personas. H