Una fiesta de graduación en una discoteca de Vila-real acabó en caos la noche del viernes, con quejas de alumnos y padres dispuestos a denunciar la «mala organización». Casi un millar de alumnos de 4º de ESO de varios centros de Castellón habían adquirido entradas para celebrar la noche en una sala de la capital. Sin embargo, el local tuvo problemas en los días previos y el evento se trasladó a la sala Touché --en el camí Artana de Vila-real--.

Abonaron una entrada de unos 15 euros que incluía el transporte, pero los autobuses que debían partir de la plaza Borrull a medianoche y devolver a los menores a la capital al final de la fiesta, no llegaron a aparecer. Los padres, indignados con los organizadores, tuvieron que llevar y recoger a sus hijos en sus coches particulares, después de haber pagado un pack que incluía traslados.

Desde la discoteca aseguran que la empresa de autocares contratada --ubicada en Massamagrell y a la que habían pagado 2.400 euros-- no se presentó. «Hemos puesto ya una queja y vamos a denunciar lo sucedido porque fue un desastre», relata el gerente de la disco, Pascual Arrufat.

Sin embargo, los problemas no acabaron ahí. A la llegada al polígono donde se ubica el local, las colas eran «desproporcionadas», según los asistentes. «La gente no cabía en la discoteca. Mi hija tenía una entrada VIP y, tras dos horas de cola, le dijeron que no podía entrar en esa zona porque estaba completa», ha relatado una madre a este periódico, incidiendo en que los empleados del local decían a los adolescentes: «primero entran los de Vila-real y luego, si hay sitio, entraréis los de Castellón». Otros familiares aseguran que hubo niños que no pudieron acceder por exceso de aforo.

AFORO / El gerente niega que se superara el límite. «Vendimos 911 entradas y el aforo era para 1.119. Si hubo que esperar para entrar fue porque llegaron 700 personas a la vez y había que acceder de forma ordenada».