Desde las 14.00 hasta última hora de la tarde de ayer un dispositivo especial dirigido por Guardia Civil en el que participó la empresa encargada de la recogida de animales en la Vall d’Uixó y colaboró la Policía Local, intentó sin éxito capturar a los 11 perros a los que se investiga para clarificar si fueron responsables de la muerte de un vecino de la localidad, al que atacó una jauría el pasado lunes 1 de enero.

Fueron al menos cinco horas en las que, según fuentes consultadas por Mediterráneo, fue «imposible» hacerse con ellos por su «habilidad y peligrosidad». Solo pudieron retener a dos, aunque finalmente los soltaron «por no haber podido cogerlos a todos», según explicó la alcaldesa de la Vall d’Uixó, Tania Baños.

Esta intervención responde a la resolución judicial que ordenaba la entrega de los animales para determinar si alguno participó en el ataque, aunque ayer fracasaron en el primer intento.

Este periódico ha podido saber que el operativo contaba con una única persona especializada en la captura de animales abandonados. «Parece que nadie planificó que iban a encontrarse con unos perros de este tipo, a pesar de que se supone que han matado a una persona». En este sentido, las fuentes consultadas critican que «no se entiende por qué no han acudido con un veterinario que pudiera dormirlos para cogerlos sin riesgo, sabiendo como sabían que han atacado a otras personas antes».

Las mismas fuentes consultadas muestran su preocupación por «el tiempo que se ha tardado en reaccionar», atendiendo a que ya existía una denuncia previa. «El último ataque se produjo el 1 de enero y no han ido a por los perros hasta el 6, por lo que han seguido sueltos a pesar de que se sabe que son agresivos».