La Guardia Civil de Tráfico acudió ayer por la tarde al auxilio de una autocaravana que perdió el control en la A-23 a la altura de Segorbe, en dirección a Valencia, y que su conductor logró parar utilizando el quitamiedos. Los agentes comprobaron que los ocupantes no presentaban ningún daño físico y el vehículo continuó la marcha, aunque este sí registró daños materiales de consideración.

En este caso, el quitamiedos ha servido para salvar vidas, a pesar de que en el territorio español hay muchos detractores de este elemento de seguridad, que se empezó a instalar allá por 1973, cuando había muchos menos vehículos circulando por las carreteras. Y es que los motoristas son los que más accidentes mortales registran por culpa de estos quitamiedos. H