Una pesadilla es lo que vivieron durante meses las protagonistas del vídeo sexual por el que un castellonense ha sido condenado a tres años y medio de cárcel. Las chicas se besaban y mantenían relaciones sexuales en un baño de una discoteca gay de la capital cuando un joven se encaramó a la parte superior del servicio y las grabó con su móvil.

El autor de las imágenes (condenado también por tráfico de drogas y conducción alcohólica) envió a personas de su entorno las imágenes, quienes a su vez las hicieron llegar a más personas.

A consecuencia de estos hechos, de su difusión y repercusión social del vídeo, ambas vivieron una situación personal angustiosa, presentando una de las chicas «síntomas de estigmatización por parte del medio inmediato que la rodea». La otra vive «ligeros síntomas de ansiedad que son comprensibles y que guardan relación con la perspectiva de incertidumbre que le plantean los hechos, desconociendo si el asunto va a terminar aquí o por el contrario va a seguir dándosele publicidad», dice el juez del Juzgado de lo Penal número 3 en su sentencia.

El fallo condenatorio ha sido recurrido por el acusado ante la Audiencia de Castellón. El máximo órgano judicial en la provincia, sin embargo, ha confirmado la pena e indemnización.

El archivo tuvo miles de visualizaciones a través de WhatsApp

Las imágenes de las dos mujeres, semidesnudas y manteniendo sexo, corrieron como la pólvora entre miles de personas de Castellón y de otros lugares de España. El vídeo se convirtió en viral en apenas unas horas y alcanzó miles de visualizaciones a través de Whatsapp.

Compañeros de instituto de las chicas, amigos y familiares recibieron el archivo en sus teléfonos, por lo que la intimidad de las mismas se vio seriamente afectada. El autor ha sido sentenciado por delito de descubrimiento y revelación de secretos.