Tras ocho suspensiones, ayer comenzó el juicio por injurias y calumnias contra Fernando García, el padre de una de las niñas de Alcàsser asesinadas en 1992, contra el criminólogo Juan Ignacio Blanco y la presentadora y el director del programa de Canal 9 El juicio de Alcàsser, para los que el fiscal pide entre 16 y 4 años de prisión.

A la vista acudió Blanco después de que el pasado viernes el magistrado ordenara su detención, e incluso su ingreso en prisión si hacía falta, para que compareciera el lunes en el juicio.

Al comienzo de la vista oral, celebrada en el juzgado de lo Penal Número 2 de Valencia, el abogado de García, Francisco Maset, pidió la recusación del magistrado de la sala, Juan Beneyto, por considerar que "la imparcialidad del mismo está viciada" y que está "contaminado" para seguir con el caso.

DISCULPAS En su declaración, Fernando García, padre de Míriam, una de las niñas asesinadas, lloró al manifestar que cuando profirió esas supuestas injurias y calumnias estaba atravesando "un momento amargo", y pidió perdón a quien pudo ofender con sus declaraciones, de las que se mostró arrepentido. García se enfrenta a 16 años de prisión por descalificar en un programa de Canal 9 al exfiscal jefe del TSJCV Enrique Beltrán, a los forenses y agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación del triple asesinato y a los miembros del tribunal de la Audiencia Provincial de Valencia que juzgó a Miquel Ricart.

En el juicio, también comparecen como acusados el criminólogo Juan Ignacio Blanco, la presentadora del programa El juicio de Alcàsser, Amalia Garrigós, y el director del mismo, Ferran Pérez, para quienes el fiscal solicita penas de 4 años.

Blanco insistió en que nunca tuvo intención de difamar con sus palabras. Por su parte, tanto Amalia Garrigós como Ferran Pérez no se responsabilizaron de las manifestaciones de los invitados que acudían al programa que presentaban y dirigían.