Cinco años de cárcel. Es la condena que cumplirá el individuo de 34 años que apuñaló a su suegro en el cuello y en la espalda en diciembre del 2016 en Burriana. El hombre, que responde a las iniciales de B.K.A., tenía que ser juzgado ayer en la Audiencia Provincial de Castellón, pero su abogada llegó a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y logró una rebaja de pena para su defendido. Antes del pacto, el Ministerio Público pedía para el acusado ocho años y seis meses.

El agresor reconoció los hechos y consiguió que la condena fuera la mínima para los dos delitos que se le imputaban, que eran tentativa de homicidio y maltrato de obra sin lesión.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.30 horas del 4 diciembre del 2016, cuando el condenado fue al domicilio de sus suegros y, con ánimo de perturbar su serenidad y sosiego, le dijo al suegro que iba a matarle. Tras irse, y apenas un cuarto de hora después, volvió con un recipiente de gasolina y varios cuchillos de cocina.

De nuevo en el domicilio, B.K.A. hirió al varón en el hombro con un arma blanca. Según el escrito del fiscal, acto seguido le clavó el mismo cuchillo en la espalda, momento en el que la víctima cayó al suelo. Tras levantarse, le propinó otras tres puñaladas en el hombro y el cuello que le dejaron varias cicatrices.

GASOLINA

No acabó ahí el episodio, puesto que todavía se dirigió de nuevo a la víctima y le dijo: «Volveré y te mataré». En cuanto a su suegra, la zarandeó y le rompió la blusa, aunque esta optó por no denunciar los hechos. El agresor incluso llegó a prender fuego al recipiente de gasolina, aunque no consiguió provocar el incendio en el domicilio.

El condenado había ingerido bebidas alcohólicas antes de acudir a la vivienda de sus suegros en Burriana, aunque la Fiscalía, en su escrito, decía desconocer el grado de afectación de las mismas sobre el individuo.

El herido, tras una primera asistencia de urgencia que le realizaron los servicios sanitarios desplazados hasta el domicilio, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y estuvo de baja quince días, quedándole cinco cicatrices en todo el cuerpo.

Fue una patrulla de la Guardia Civil de Burriana la que se desplazó hasta la casa y la que trasladó al agresor a los calabozos. Tras pasar a disposición judicial, el Juzgado de Instrucción número 2 de Vila-real decretó su ingreso en prisión provisional, como publicó en su momento Mediterráneo.