La Audiencia Provincial de Castellón ha dictado sentencia en el caso del clan magrebí de Orpesa que traficaba con cocaína al por menor en la localidad y que introdujo un coche cargado de heroína proveniente de Rotterdam (Holanda) para distribuir la sustancia adictiva en la provincia.

En total, los ocho miembros de la organización, siete marroquís y un español, han sido condenados a 34 años de cárcel y a pagar una multa que roza el medio millón de euros, según reza la sentencia a la que ha tenido acceso en exclusiva Mediterráneo.

Noreddine D., el cabecilla de la banda, de 37 años, es el que se enfrenta a una pena mayor, ocho años y medio de prisión por dos delitos contra la salud pública y una multa económica de 94.610 euros. Su esposa, Anaima el H., también de 37 años, ha sido condenada a seis años y un mes y a pagar una suma de 8.348 euros.

El tribunal considera también probado que el matrimonio utilizaba a su hijo de 14 años para entregar la droga en distintos puntos de la localidad. “Se aprovechaban de la impunidad que la actuación del menor suponía, tanto al efecto de no levantar sospechas en los encuentros como de evitar que, caso de ser interceptada la transacción por la policía, ello llegara a tener consecuencias para los acusados”, sostiene.

Como resultado de las investigaciones policiales, el 6 de octubre del 2013 se practicó con autorización judicial diligencia de entrada en la vivienda de la pareja, en donde se hallaron 5,82 gramos de cocaína con una pureza del 74%; 1,44 gramos con una pureza del 49% y 17,91 gramos con una pureza del 76%, distribuidos en una bolsa que se encontraba sobre la nevera, y 14 bolsas por valor de 2.782 euros.

La pareja también disponía en el inmueble una bolsa con alambre plastificado y una báscula de precisión para poder elaborar las dosis, así como un total de 50.210 euros como ganancia procedente de su actividad ilícita.

EL ENVÍO DE HEROÍNA // Noreddine D. y Antonio Z.C., en los días previos al 6 de octubre del 2013, concertaron con Ali el O. la recepción de un envío de heroína. Varios de los acusados condujeron ese día el vehículo, que transportaba la droga en la baca, hasta la vivienda del español, en la calle Madroño, en cuyo párking estacionaron el coche por un tiempo.

Agentes de la Guardia Civil, que disponían de una orden judicial, entraron en el domicilio y detuvieron a los ya condenados, incautando dentro del vehículo un alijo de heroína por valor de 28.750 euros y otras sustancias para ser utilizadas para el corte de la droga que traían. H