El constructor acusado de un delito de estafa continuada y alzamiento de bienes, Vicente R.L., declaró ayer en la sala de la Sección Primera de la Audiencia Provincial que no cometió ningún delito y echó la culpa a la administradora de sus empresas, una joven de Burriana, que era la que firmaba los contratos.

El fiscal pide 10 años de prisión por no cumplir una serie de contratos en los que se comprometía a subsanar los posibles impagos de una serie de créditos de un inversor particular a cambio de un dúplex y otras propiedades construidas o en fase de obra o proyecto en las localidades de Vila-real, Burriana o Moncofa.

Por su parte, la administradora de las empresas declaró que el acusado la obligaba a firmar los contratos y documentos bajo la amenaza de que si no lo hacía la despediría. La chica dice que desconocía ser administradora, ya que su trabajo era coger el teléfono o hacer fotocopias.

El inversor declaró que solo negociaba con el acusado, pese a que no firmaba los contratos. H