Graves daños en un chalet, un hallazgo inesperado y unos inquilinos que están siendo buscados por las fuerzas de seguridad. Esta es la situación en la que se encuentra el caso de un incendio ocurrido en la mañana del miércoles en la calle de los Olivos de Peñíscola, muy cerca del cementerio y el tanatorio municipal. Si en el momento del siniestro el comentario más extendido fue el pesar por la forma en la que ardió la cubierta del edificio, y el apoyo dado por muchos vecinos a los propietarios del inmueble, más tarde llegó la sorpresa de encontrarse con una plantación de marihuana en el interior.

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La casa estaba alquilada a una persona de nacionalidad holandesa, de la que nada parece saberse desde que se vieron las primeras llamas. Algo que sorprendió a quienes se acercaron por allí, alertados por la columna de humo y ante el temor de que el fuego pudiese propagarse por construcciones cercanas. Un testigo comentó «la extrañez con la que las dos personas que había dentro, ante una situación así, cogieron el coche y se fueron sin decir nada». Agentes de la Policía Local llamaron al centro de salud, ante la posibilidad de que algún herido hubiese necesitado asistencia, pero el resultado fue infructuoso.

Mientras los bomberos seguían apagando unas llamas avivadas por la estructura de madera de la cubierta, los agentes de la Guardia Civil hacían preguntas a vecinos y gente que trabajaba en las inmediaciones, para tratar de encontrar una solución a tan insólito comportamiento. Hasta que los efectivos de extinción vieron las plantas, escondidas en una estancia de la planta superior, una vez se extinguieron las llamas. «Puedes imaginar que si ocurre algo así, te das cuenta enseguida, aunque fuera por el olor de esas plantas, pero en este caso ni lo sospechamos», comentó otro testigo.

El cultivo estaba en una habitación acondicionada con lámparas y las llamas no lo alcanzaron, estaba intacto. Fuentes consultadas informaron que la posible causa del fuego radicaría en un sobrecalentamiento de la línea de la luz, dado el elevado consumo de energía de esta casa.

El propietario, Antonio Manuel Albiol, ayer seguía en estado de shock. «No podíamos imaginar que nuestros inquilinos estaban haciendo algo así», dijo a Mediterráneo. «Hacía tres meses que se había firmado el contrato de alquiler, y pagaban regularmente», añadió. Ante este panorama ha tenido que personarse en la causa, una vez habló con la Guardia Civil y facilitó la documentación a la Policía Judicial. Afirmó que tiene que exigir responsabilidades y tratar de que se le compense por los efectos en un inmueble que había sido el resultado de muchos años de esfuerzo. «Solo esperamos que se les encuentre pronto», concluyó. La investigación sigue abierta.