La propietaria del bar La Punta del Grao de Burriana pasó ayer los momentos más tensos de su vida. Sobre las 12.00 horas, cuando se encontraba en la cocina elaborando la comida del día, un joven de entre los 17 y los 20 años y de origen asiático, entró en el establecimiento, que en esos momentos se encontraba vacío de clientela, y comenzó a jugar a la máquina tragaperras obteniendo numerosos premios seguidos.

“Me pareció muy raro que ganase tantas partidas y, sin que me viera, observé lo que estaba haciendo. Resulta que no introducía monedas, sino que al tocar la pantalla de su teléfono móvil táctil le salían todos los premios”, contó la dueña del bar, Isabel Villanueva, a Mediterráneo todavía muy afectada por lo ocurrido. La mujer decidió enfrentarse al joven y trató de impedir que se fuera con el premio gordo, una valiente acción que le costó diversos puñetazos que, por suerte, no le han causado graves lesiones. La casualidad hizo que dos clientes del bar entrasen en ese momento y retuvieran al asiático hasta que llegó la Policía Local y, más tarde, la Guardia Civil de Burriana, quienes identificaron al chico, vecino de Barcelona, y a su compañero, otro joven de Burriana que esperaba fuera en un coche.

Pese a la insistencia de la dueña, la policía no pudo hacer nada por retenerles, ni por evitar que se fueran con el dinero. “Llevaban más de 10.000 euros en la cartera y puede que eso lo hayan obtenido de otros bares cercanos utilizando el mismo método que en mi bar”, lamentó Villanueva, quien acudió inmediantamente a la Comandancia de la Guardia Civil de la localidad para denunciar el hecho y que quedase constancia de la agresión y de la manipulación a su tragaperras. H