La Guardia Civil investiga a once personas de Castellón, Oviedo, Pontevedra, Burgos, Logroño y Madrid por su presunta participación en un delito de estafa, definida en el argot policial como Skimming (robo de información de la tarjeta mediante el copiado de la banda magnética). Las víctimas se daban cuenta al comprobar que les habían cargado en la cuenta pagos ajenos y el robo de datos se hacía cuando estas pagaban algún artículo a través de un datáfono. Con esos datos, compraban en la red.