Lo más extraño del incendio que se originó en uno de los pisos del número 40 de la calle Sant Pasqual de Vinaròs el pasado 5 de abril fue, sin duda, la lluvia de billetes que provocó el fuego. Decenas de vecinos se agolparon a las puertas de la finca al ver que de las ventanas en llamas salían una gran cantidad de billetes de 20 y 50 euros.

Según confirmó ayer el coronel de la comandancia de la Guardia Civil en Castellón, Juan José Miralles, el origen del dinero que salía del domicilio era del tráfico de estupefacientes.

Una hipótesis que se barajó desde el primer momento por parte de los investigadores de la Benemérita y que los vecinos de la zona ya apuntaron ese día.

La Guardia Civil imputó a la pareja de la propietaria de la casa por un presunto delito de incendio de bienes propios por imprudencia. Según confirmó a Mediterráneo la Guardia Civil el día en que se produjo el suceso, un grupo de jóvenes que volvía de fiesta y borrachos “comenzó a jugar con una botella de alcohol de 95 grados y provocaron el incendio”, explicaron.

Tras los primeros momentos de alarma y confusión, fueron decenas de vecinos los que se acercaron hasta el edificio incendiado para aprovechar la situación y agenciarse algunos billetes. De inmediato, la Policía Judicial requisó buena parte del botín, metiendo el dinero en bolsas y llevándose al cuartel a tres inquilinos del piso y un testigo. Tras prestar declaración, quedaron en libertad. H