Nilo y Osa, los dos perros --integrantes de la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón-- víctimas de un envenenamiento en Benicàssim, estarán, como poco, tres meses de baja, según relata Luis Caracena, el director de la unidad canina.

Como cuenta Caracena, «el instructor de los perros los encontró moribundos y con convulsiones hace unos días en el terreno donde están». «Los llevó inmediatamente al veterinario, que confirmó que los dos canes habían sido envenenados con un tóxico común», aseguró el adiestrador, que exige que el caso se investigue.

«Unos perros que se están recuperando estupendamente del envenenamiento pese a que han estado muy graves, pero no sabemos si se tendrán secuelas en el riñón o en el hígado, ni tampoco si podrán volver a realizar los trabajos asignados en la unidad canina y para saberlo tendremos que esperar unos días», dijo.

«Nilo es uno de los cinco perros operativos con que cuenta este departamento del Consoricio Provincial de Bomberos, y Osa realiza labores de terapia con niños de espectro autista», indica Caracena a la hora de describir las labores que realizan actualmente estos dos canes, y cuyo comportamiento es excepcional.

FACTOR EMOCIONAL // Caracena fue tajante al afirmar que «estos dos perros, así como los otros que forman parte de la unidad, para nosotros son compañeros de trabajo y el envenenamiento de los mismos tiene un componente emocional muy grande», declaró el portavoz de la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate, cuyos miembros están «desolados ante los hechos, que pretendían acabar con la vida de los dos perros», como manifiesta .

Por ello, pide al autor y/o autores de este acto vándalico que piensen en «la labor de carácter social y asistencial que realizan estos perros en la búsqueda y localización de personas». «Ojalá no tengan nunca necesidad de ellos para el rescate de algún familiar», sentenció.