El Puig de la Nao, uno de los parajes emblemáticos de Benicarló, y donde se encuentra uno de los poblados ibéricos de mayor importancia de la provincia, fue pasto de las llamas en la madrugada del sábado al domingo, en un incendio que afectó a un total de 25 hectáreas de matorral.

Un fuego que se propagó con rapidez debido al viento reinante en la zona y la acumulación de vegetación y en cuyas labores de extinción participaron 6 brigadas de tierra y una aerotransportada, pertenecientes al Consorcio Provincial de Bomberos. De momento se desconocen las causas que lo originaron y se ha abierto una investigación para determinar los motivos.

Si bien desde el consorcio han evitado avanzar información alguna sobre el particular hasta que concluyan las pesquisas, el hecho de que existiera más de un foco hace presagiar que el incendio haya sido intencionado.

Entre las 03.00 horas y las 05.00 horas de la madrugada, las llamas alcanzaron su punto álgido y, aunque no fue necesario la evacuación, dado que se trata de una zona poco habitada, sí que se alertó, por prevención, a los habitantes de una vivienda unifamiliar y a los propietarios del un conocido tentadero próximos al área quemada.

Dada la magnitud del incendio, las llamas podían avistarse desde varios kilómetros a la redonda y, las rachas de viento provocaron que el fuego, con varios frentes abiertos, se extendiera en dirección a Benicarló y se aproximara al poblado ibero, sin embargo, la rápida intervención de los bomberos evitaron que afectara a este punto de interés turístico del municipio, uno de los vestigios del asentamiento protohistórico.

ERMITA ABANDONADA // En cambio, sí resultó gravemente afectada por las llamas la ermita de los Santos Mártires Abdón y Senén, ubicada en las proximidades del yacimiento ibérico y en estado de ruina. Según informó Jorge Ferreras, capataz coordinador del Consorcio, “el incendió logró controlarse a las 11.00 horas del domingo, aunque aún existen puntos calientes y van a continuar trabajando tres brigadas, un agente medioambiental y dos capataces coordinadores”.

Por otra parte, el biólogo Román Senar señaló el importante daño medioambiental causado por el fuego en el paraje del Puig de la nao, “un lugar inhóspito donde crecen multitud de especies de importantísimo valor, algunas de ellas protegidas”. H