Muchos taxistas de Vinaròs se mostraron ayer asombrados después de conocer, tras la exclusiva de Mediterráneo, que su compañero K.F.Q., de 42 años, había sido detenido por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por su supuesta vinculación con la Camorra napolitana en el tráfico de hachís desde España hasta Italia.

El arrestado, que ha ingresado en una prisión italiana al tener una orden de busca y captura internacional en ese país, trabajaba como asalariado para un taxista de Benicarló. Quienes le conocen explicaban ayer a este periódico que se caracterizaba por ser una persona de actitud “violenta”. “Era un chulo, además tenía una aspecto robusto al ser alto y fuerte. El problema es que con los clientes era muy agresivo, les contestaba muy mal siempre”.

Amante de las motos Harley Davidson, tuvo un taller en el polígono Capsades. “Le gustaba mucho ese mundo e iba a trabajar en pantalón corto y con una camiseta de las Harleys; no daba muy buena imagen, la verdad”.

Apodado el patillas, por su peinado, también tuvo algunos enfrentamientos con otros taxistas. “Se encaraba alguna vez, te decía cuatro cosas y te tenías que callar”, explicaban. No obstante, matizaban: “No parecía mala persona, no lo hubiéramos imaginado”. H