A la expectativa y sin bajar la guardia. Los bomberos, que continúan repasando la zona abrasada por las llamas durante los últimos días en la Serra d’Espadà, y que, ahora se encuentra ya sin llama e, incluso sin humo, se mantienen firmes en la zona ante las malas previsiones meteorológicas pronosticadas para este fin de semana con temperaturas de más de 30 grados, una humedad inferior al 30% y vientos de más de 30 kilómetros. La conocida como regla del 30, que podría reavivar las llamas en cualquier momento, explicaron desde el Servicio de Información de Bomberos (Siab) de la Diputación.

Durante el día de ayer la tónica dominante fue la retirada progresiva de medios. Los militares regresaron a sus bases, así como las brigadas procedentes de otras comunidades. También numerosos medios aéreos volvieron a sus puestos de origen. Y es que el incendio de la Serra d’Espadà, que ha quemado 1.500 hectáreas (700 del parque natural), ya está estabilizado, y, en breve, indicaron estas fuentes, se dará por controlado para quedar luego extinguido.

De los 500 medios desplegados en la zona en un primer momento, hoy la previsión es que continúen trabajando en el lugar 60 efectivos de bomberos y cinco avionetas y helicópteros, que seguirán durante toda la jornada con las descargas por aire.

Mientras tanto, los bomberos proseguirán con la laboriosa tarea de repasar cada palmo de bosque con la finalidad de que no se den rebrotes por ascuas incandescentes, sobre todo en las zonas calientes con más masa forestal. Su tarea es la de remojar los árboles y el suelo para enfriarlo.

HERIDO // Ayer por la mañana, un bombero, de 39 años, tuvo que ser atendido en el hospital de la Plana de Vila-real tras resultar herido, alrededor de las 6.20 horas, durante las labores de extinción. La Conselleria de Sanitat mantiene operativo en el puesto de mando avanzado, situado en el polígono industrial de Artana, una unidad de Soporte Vital Básico (SVB) con médicos y sanitarios aguardando para atender a los profesionales que pudieran resultar heridos durante el duro esfuerzo que están realizando para hacerse con el control de este incendio, que mantiene en vilo a la provincia y donde se han volcado sobremanera todas las administraciones para colaborar al máximo y lograr apagarlo. Las caídas, por ejemplo, han sido motivo de constantes atenciones sanitarias desde que se iniciara el caos ecológico el pasado lunes.

Con un incendio casi controlado, sin llamas y sin humo, la zona devastada conservará por siempre en su memoria a la temida mano del hombre, una vez más, detrás de este desastre.