Los perros que el martes fueron retirados del refugio la Lobera de la Vall d’Uixó, dentro de la investigación por la muerte de un vecino atacado por una jauría el día 1 de enero, podrían estar recluidos «meses o incluso años», según confirma al diario Mediterráneo un portavoz de la empresa especializada Servican.

Será así hasta que el caso pueda resolverse y determinar las pruebas de ADN si son los ejemplares que acabaron con la vida de un agricultor de la Vall de 70 años. Así sucedió, por ejemplo, en el caso de los animales que ocasionaron el fallecimiento de quien fuera expresidente de Caixa Rural de Betxí en el año 2012.

Desde Servican señalan que el juzgado ordena «que se capture y mantenga en depósito a los perros, pero esto no se puede hacer como con un coche o un barco; son animales vivos», lo que, en su opinión, imposibilita que se gestione su reclusión como cualquier otra prueba en un proceso de investigación penal por la presunta comisión de un delito.

Desde la empresa aseguran que este tipo de perros «si no están con su dueño se deterioran muy rápido e, incluso, llegan a morir en el proceso de cuarentena» inherente a la larga investigación.

Como publicó ayer este diario, 20 efectivos policiales y miembros de una protectora se personaron en el refugio de la partida la Cervera de la Vall d’Uixó y capturaron los 11 perros.