Una vecina de Castellón ha sido condenada como autora de un delito de violencia doméstica a dos meses de cárcel y al pago de una multa de más de 1.000 euros por colarse en el despacho profesional de su marido, cuando estaba cerrado, para propinarle patadas en los testículos, arañarle, romperle la corbata e incluso los auriculares del programa Skype por el que estaba hablando.

Tal y como se desprende de la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo, los hechos se produjeron en el mes de marzo, cuando la acusada se dirigió hacia la oficina de su esposo ubicada en el Camino San José, número 7, de Castellón de la Plana. La mujer consiguió colarse en el mismo aprovechando que la señora de la limpieza sacaba la basura a la calle. A continuación, detalla el documento judicial, la acusada se introdujo en el despacho y comenzó a gritarle a su marido y a agredirle y arañarle por el cuerpo, al tiempo que comenzó a propinarle patadas en los testículos muy enfadada. También lo cogió con las manos de sus partes íntimas causándole arañazos.

Al mismo tiempo que le agredía, la acusada, como detalla la sentencia, cogió a su marido de la camisa y le rompió la corbata y los auriculares del programa Skype por el que el hombre estaba hablando en ese momento.

La víctima sufrió lesiones consistentes en excoriaciones en cuello y tórax, herida lineal de tercer grado de la mano derecha, hematomas en ambos labios y dolor testicular, ya que le propinó diversas patadas en la zona genital. Por todo ello, la víctima tuvo que ser atendida por los medios sanitarios y tardó en curar de las lesiones que le causó cinco días.

Además, alertado por los gritos, la víctima acudió al despacho de su hermano, interviniendo para evitar la agresión y conseguir que la acusada abandonara el lugar a lo que se negaba siendo agredido también por ésta, causándole lesiones consistentes en heridas incisas en parte interna del labio inferior, leve excoriación en labio superior y crisis de hipertensión arterial, precisando para su curación asistencia facultativa y tardando en curar cuatro días.

La acusada, como quedó probado durante el juicio, presenta un trastorno depresivo mayor recidivante crónico con síntomas melancólicos sin recuperación interepisódica, presentando afectadas las bases psicobiológicas.

En la vista oral salió a relucir que la agresora y su marido estaban a punto de divorciarse y existían diferencias entre ellos por motivos económicos del pago de los estudios de su hija en Finlandia. H