Un hombre, diagnosticado como enfermo de esquizofrenia desde el año 2005, se sentará mañana en el banquillo de los acusados por un presunto delito de lesiones, previsto y penado en el artículo 150 del Código Penal.

Los hechos de los que se le acusa tuvieron lugar el 22 de agosto del 2011 en Torreblanca. Según apunta el escrito de acusación de la Fiscalía, V.M.B.A., sin antecedentes penales, quiso subir a un autobús en la parada de la playa de Torrenostra de la localidad.

Al acceder al vehículo, el chófer, A.F.R., quien conocía al supuesto agresor, le dijo que si no abonaba otros dos viajes que no había pagado y que adeudaba, no le dejaría subir al autocar.

El acusado se bajó entonces del vehículo y se desplazó hasta el siguiente punto del recorrido. En la plaza de España del mismo municipio comenzó a increpar, según la Fiscalía, al conductor dedicándole frases como “hijo de puta, baja, que te voy a pegar”.

El empleado de transporte público hizo caso omiso a los presuntos insultos que el esquizofrénico le había gritado en plena calle y prosiguió con su trabajo.

En la siguiente parada de la ruta, el afectado bajó del bus para dirigirse hacia el retén de la Policía Local de Torreblanca y relatar a los agentes el capítulo vivido mientras llevaba a cabo sus funciones. Sin embargo, antes de que pudiera dirigirse a los efectivos, el acusado comenzó, supuestamente, a agredirle, propinándole puñetazos en la cara.

LAS LESIONES // Los mismos le produjeron a la víctima una herida contusa en labio inferior, hiposfagma de ojo izquierdo y varias heridas en frente y barbilla, de unos dos o tres centímetros. Asimismo, los supuestos golpes ocasionaron al denunciante el arrancamiento de un diente incisivo superior, un hematoma e hinchazón en mejilla y oreja.

El agredido tardó en sanar de las lesiones un total de 20 días, con ocho de incapacidad laboral. Además de la primera asistencia facultativa, precisó tratamiento médico quirúrgico oftalmológico y odontológico por extracción de la raíz del diente arrancado y posterior reparación mediante una prótesis fija en la boca.

El acusado padece una enfermedad caracterizada, a menudo, por conductas que resultan anómalas, falta de percepción de la realidad o alteraciones de la misma.

Ahora se enfrenta a la pena de dos años de prisión solicitada por el Ministerio Fiscal y a una indemnización de 900 euros por las lesiones. Asimismo, deberá pagar otros 3.000 euros por la pérdida y la reposición de la pieza dental. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón lo juzgará mañana por los hechos. H