El incendio forestal de Llutxent, que se inició el pasado lunes y ha arrasado más de 3.000 hectáreas de seis municipios (Gandia, Llutxent, Pinet, Ador, Barx y Quatretonda) de la provincia de Valencia está estabilizado y los vecinos que fueron evacuados, más de 2.600 personas, empezaron a regresar ayer a sus casas.

El director general de Emergencias, José María Ángel, explicó ayer, tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), que el incendio estaba perimetrado y estabilizado, aunque se preveía viento de poniente que podría provocar unos «pequeños conatos».

La mejora de la situación permitió el regreso a sus casas, de forma ordenada, de los vecinos que fueron evacuados en las urbanizaciones de la Drova, en Barx, y de la Ermita de Marxuquera, en Gandia, así como en Pinet, una de las localidades más afectadas, con el 70% de su término municipal calcinado por las llamas.

Los vecinos de Pinet (un total de 110) que fueron desalojados el martes, regresaron a su municipio tristes por el paisaje desolador que ha dejado el fuego, pero aliviados porque ni sus casas ni animales han sufrido daños.

PUEBLO DESIERTO // «Lo hemos pasado muy mal, estos días han sido fatales para nosotros», manifestó José Mahiques, bombero jubilado, quien entre lágrimas relató que el día de la evacuación se marcharon «como en las películas, todo el mundo iba corriendo y el pueblo se quedó desierto».

«No sabíamos dónde íbamos a ir», dijo emocionado para añadir que al abrir la puerta de su casa pudo confirmar que «todo estaba bien, también los perros». «Pero hemos sufrido mucho», aseveró.

También Begoña Pérez, divorciada y con un hijo de 11 años, explicó muy emocionada que tenían «muchas ganas» de volver a su casa y al abrir la puerta y entrar sintió alegría y se puso a llorar. El aspecto del pueblo al entrar «es desolador, da mucha pena verlo quemado», porque el monte, es su vida, afirmó Begoña en la puerta de su vivienda acompañada de su hijo y de la pequeña bolsa de deporte con algo de ropa que se llevó al ser evacuados.

El president de la Generalitat, Ximo Puig, anunció que el Gobierno valenciano y los ayuntamientos de la zona buscarán «soluciones habitacionales» para las familias afectadas por el incendio y explicó que la prioridad será reubicar a «aquellas familias que tienen su primera residencia afectada» por las llamas.

Asimismo, Puig manifestó que la Generalitat empezará a planificar las actuaciones de carácter medioambiental y de apoyo a las poblaciones afectadas, algo que, según señaló, aún «tardará un tiempo», en concreto, hasta que se dé por extinguido el incendio.

El president subrayó que este incendio es «el peor en los últimos cinco años» en la Comunitat Valenciana y destacó «la enorme profesionalidad» de todas las brigadas y efectivos que están luchando estos días contra su propagación y velando por la seguridad de los vecinos de la zona.

La Diputación de Valencia anuncia que coordinará, junto con la Generalitat, las ayudas para cubrir los daños causados por el incendio, cuya prioridad será restablecer las infraestructuras y los servicios dañados, con especial atención a la situación de las personas que se han visto afectadas por el incendio.

En la zona afectada siguen trabajando más de 700 medios terrestres y 31 aéreos, según informan desde el Centro de Emergencias 112 de la Generalitat.

El Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón concluyó su participación en las labores de extinción del incendio. En las tareas participaron nueve bomberos y un sargento en dos turnos, con tres vehículos (dos camiones y un vehículo de mando). El diputado provincial de Bomberos, Luis Rubio, agradece «el gran esfuerzo» de estos efectivos y «su profesionalidad», resalta.