Un hombre de nacionalidad marroquí y residente en Vila-real ha sido condenado por la Sección Primera de la Audiencia de Castellón a dos años de cárcel por intentar violar a su vecina. El tribunal, presidido por Esteban Solaz junto con los magistrados Pedro Garrido y Aurora de Diego, ha acordado la sustitución de la pena por la expulsión del territorio nacional por el plazo de 10 años.

Además, deberá de indemnizar a la víctima con 3.745 euros por los días de sanidad y otros 9.000 por los daños morales ocasionados.

Todo ocurrió, según la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo, el 18 de enero del 2010, sobre las 6.30 horas, cuando el acusado se personó en el domicilio de su vecina. En el instante en el que se encontraban en el comedor, guiado por un ánimo de obtener satisfacción sexual, la empujó echándola sobre el sofá mientras le decía “te quiero follar, me gustas”, al tiempo que la besaba y le tocaba los pechos y las caderas, iniciándose un forcejeo entre ambos.

Tras pedir la mujer que recapacitara y hablaran, el acusado desistió momentáneamente, conversando ambos durante unos momentos. Sin embargo, volvió a insistir poco después en su intención de satisfacer sus lúbricas pretensiones situándose encima de ella y empezando a besarla y a tocarle sus partes íntimas, al tiempo que tras bajarse sus pantalones y mostrándole su miembro viril, intentaba bajarle los pantalones a ella con la intención de violarla.

RESISTENCIA // Durante todo este tiempo el acusado no paraba de repetir a la víctima que la quería y le insistía en que tenía que ser su mujer y que le pertenecía.

La víctima opuso una gran resistencia e intentó por todos los medios quitárselo de encima, hasta que lo consiguió y alcanzó un teléfono con el que llamó rápidamente a la policía para pedir auxilio. Los agentes acudieron a los pocos minutos hasta el domicilio y una vez comprobaron que la mujer estaba herida procedieron a la detención del acusado, que mostró resistencia al ser esposado.