Un vecino de Benicarló perdió ayer la vida a causa de la ingesta, por negligencia, de un potente lavavajillas industrial cuando creía estar tomándose un vino en un bar. Según testigos presenciales, la víctima, Andrés Lorente, se encontraba en la terraza de una conocida cafetería de la calle Ulldecona, y se disponía a tomar un aperitivo, cuando pidió una bebida y, en el momento en el que tomó el primer sorbo, sintió un fuerte quemazón. Por lo visto, el líquido que ingirió no era el que había pedido sino un potente lavavajillas corrosivo de uso industrial que, por error, la camarera le sirvió. Fuentes policiales de Benicarló confirmaron el suceso.

La terrible confusión, al parecer, fue producto de un cúmulo de fatales casualidades, ya que parte del producto de limpieza había sido introducido en un envase de cristal de la bebida, solicitada por la víctima, sin que la camarera tuviera conocimiento de ese hecho. Al ver la botella fuera de su lugar habitual, y al ordenar el establecimiento, fue a parar a la nevera. Además, al servirse frío, el posible olor que pudiera emanar del líquido quedó totalmente anulado y la apariencia, en cuanto a color, presentación y textura, era idéntica a la bebida.

Después de avisar a los servicios sanitarios benicarlandos, la primera reacción de la víctima fue, mientras los esperaba, beber agua en el mismo baño del establecimiento, lo que agravó su situación, al precipitar la reacción con el líquido industrial en su traquea, garganta y estómago.

TRASLADO DE URGENCIA // Aún así, cuando llegó la ambulancia que le trasladó, en primera instancia al Centro de Salud Integral de Benicarló, Andrés accedió a ella por su propio pie. En el centro sanitario recibe los primeros cuidados, se le intuba y se le lleva, de nuevo en ambulancia, hasta el Hospital Comarcal de Vinaròs, donde ingresa con un hálito de vida.

Allí, viendo su situación, y cómo había actuado en su sistema digestivo el líquido abrasivo, se solicita un transporte aéreo medicalizado para que sea trasladado con urgencia a la sección especializada de Toxicología del Hospital General de Castellón, viaje que no se lleva a efecto porque, finalmente, Andrés Lorente fallece en el centro vinarocense.

Su cuerpo, ya sin vida, fue llevado al Instituto Anatómico Forense de Castellón donde se le practicará la autopsia.

EL BAR FUE CERRADO // A pesar de que todo apunta a que la causa del fallecimiento ha sido una ingesta accidental, la Policía Judicial de la Guardia Civil de Benicarló ha abierto una investigación e iniciado las pertinentes diligencias. Además, según comentaron los testigos del suceso, los agentes clausuraron el establecimiento y se llevaron varios envases relacionados con los hechos.

Andres Lorente tenía 49 años, separado y padre de dos hijos, era natural de Peñíscola y vivía y trabajaba en Benicarló. H