La Policía Nacional ha detenido a tres miembros de una familia de etnia gitana como presuntos autores de un delito de estafa, tras dar de alta ocho teléfonos móviles con tarifas elevadas, para que el coste de estos fuera asumido por la empresa, y luego los vendían a terceras personas por más de 300 euros cada uno.

Los agentes realizaron un control exhaustivo de los canales de distribución de estos en el mercado de segunda mano. Así, detectaron que últimamente se comercializan una gran cantidad de teléfonos móviles completamente nuevos, sin haber sido nunca utilizados. La investigación destapó que estos terminales procedían de contratos con empresas de telefonía.

VENTAS // Asimismo, se detectó que el hijo de esta familia, de 36 años, había vendido varios teléfonos de última generación, llegando a obtener un beneficio de 1.780 euros. Al mismo tiempo, su padre, un español de 53 años y vecino de Almassora, vendió otro móvil por 370 euros. Además, su mujer, de 53 años, recibió por dos celulares 380 euros. Los estafadores, como no pagaban las facturas mensuales a las compañías telefónicas, adeudan más de 1.200 euros. H