Nuevo giro a las investigaciones por la muerte de Ana M., la vecina de Vinaròs de 45 años que apareció sin vida en su domicilio de la calle Centelles el domingo por la tarde. La Guardia Civil detuvo en la madrugada de ayer a uno de los cuatro hijos, de 20 años, de la víctima mortal por su posible relación con el fallecimiento de su madre y lo acusa de un presunto delito de homicidio.

Un nuevo y sorprendente arresto que se suma al del novio de la fallecida, de 43 años, a quien los agentes esposaron y trasladaron a las dependencias policiales el mismo día en que apareció el cadáver de su pareja sentimental.

Según ha podido conocer este periódico, las pesquisas se centran ahora en descubrir posibles móviles para acabar con la vida de Ana M. Aunque la detención del que fuera su compañero apuntara a un posible caso de violencia machista, el arresto de uno de los hijos de la mujer abre otras posibilidades. Los investigadores estudian ahora, tras confirmar la autopsia que Ana M. murió de forma violenta y como consecuencia de varias incisiones por arma blanca en el pecho, si alguno de los dos detenidos pudo ser el autor material del crimen.

La Guardia Civil baraja distintas hipótesis y, entre estas, está también la de que ambos pudieran actuar de común acuerdo. La detención del joven provocó un giro radical de los acontecimientos, pues hasta ayer la principal línea parecía ser la posibilidad de que se hubiese cometido un crimen machista. De hecho, el PSPV-PSOE se anticipaba a las conclusiones de la investigación y condenaba el asesinato, “presuntamente a manos de su pareja sentimental”, y mostraba su “apoyo a los hijos de la fallecida”, uno de los cuales se encuentra en estos momentos arrestado.

UN INCENDIO PROVOCADO // Ahora, las circunstancias que rodean a la muerte de la mujer se han abierto mucho y la única opción que está descartada es la de un fallecimiento accidental. De hecho, el supuesto fuego en la vivienda podría haberse orquestado para despistar a los investigadores y maquillar el homicidio, simulando una muerte casual.

Según han informado a este diario fuentes cercanas a la investigación, ni el novio ni el hijo de la víctima se han mostrado colaboradores con los efectivos. Algunos de los vecinos apuntaban, en declaraciones a Mediterráneo, que la pareja de Ana M. estuvo “muy nervioso” el día del supuesto incendio. “Estaba en la calle, inquieto, hablando por el móvil, mientras los bomberos apagaban el fuego”, dijeron los que compartían edificio con él.

La ausencia de testigos, puesto que el crimen se cometió en el interior del inmueble, dificulta la tarea de la Guardia Civil, que trabaja día y noche en Vinaròs y Castellón para esclarecer los hechos. Los detenidos deberán declarar en el cuartel o negarse a hacerlo y, posteriormente, comparecer ante el juez, que deberá determinar si los deja en libertad y descarta su implicación o si, por el contrario, los imputa. El Juzgado número 5 de Vinaròs ha decretado el secreto de sumario y el novio de la fallecida pasará hoy a disposición del juzgado de guardia. H