El propietario de una joyería de Carmona (Sevilla), localidad situada a unos 30 kilómetros de la capital hispalense, fue encontrado muerto y amordazado en la tarde del lunes en circunstancias que investiga la Guardia Civil.

El hombre fue golpeado en repetidas ocasiones en la cara antes morir, según las primeras conclusiones de los investigadores de este caso, que han descartado que muriese por un disparo, como se informó inicialmente.

Fuentes de la investigación informaron de que los agentes que accedieron a la joyería tras recibir el primer aviso del suceso encontraron el cuerpo con varios golpes en la cara sangrantes, con lo que se sospecha de que fue interrogado por los presuntos asaltantes buscando algún tipo de información sobre la joyería.

Tanto el cadáver de la víctima como la tienda fueron inspeccionados durante varios horas por miembros del Equipo Central de Inspecciones Oculares, perteneciente al Departamento de Criminalística de la Guardia Civil.

Según informan fuentes de la investigación, el cadáver fue descubierto por una hija del fallecido, después de que su mujer intentase localizarse sin éxito. Las primeras llamadas de la mujer las realizó a las seis de la tarde, y poco después de las ocho, asustada ante la imposibilidad de contactar con él, una hija del joyero accedió al establecimiento y encontró a su padre muerto en la trastienda y amordazado.